Monday, August 11, 2008

LA FAMILIA

INTRODUCCIÓN "La familia es la institución que conecta a los individuos y a la sociedad desde el comienzo de la vida humana y que cumple con una función esencial para ambos: a la sociedad le ofrece un apoyo fundamental socializando a cada ser individual y a cada uno de éstos les abre el camino hacia aquélla con el proceso básico de socialización." (Alberdi , 1994: 9)La familia es el lugar donde se construye la identidad individual y social de las personas. De ahí su importancia para la organización social y para la psicología de los individuos. La socialización, como configuración inicial del ser humano, se hace en familia. Tanto las relaciones entre los sexos como las relaciones entre las diferentes generaciones, dos procesos básicos del conocimiento y desarrollo del yo individual, se producen de una forma inicial y fundamental en el interior de la familia. Esto se refuerza en la familia contemporánea que ha dado más valor a la dimensión de lo privado y lo íntimo.La familia, al estar en el centro de la sociedad, se ha visto afectada, como institución, por todos los cambios económicos y políticos y ha ido transformándose.

LA FAMILIA Y EL CAMBIO POLÍTICO.

La familia siempre ha sido centro de las transformaciones sociales. Cualquier pensador revolucionario a la hora de proyectar la nueva sociedad (Utopías), como cuestión previa aborda el matrimonio, las relaciones familiares, el papel de la mujer dentro y fuera de la familia, la educación y crianza de los niños, el divorcio, la sexualidad, derechos de sucesión, etc. Los cambios en la familia se consideran imprescindibles para la construcción de una nueva sociedad. Una nueva familia es el instrumento o el objetivo final de una nueva organización social y política.Todo cambio político ha venido acompañado de transformaciones en la legislación familiar. Primero, porque, al repercutir en la vida cotidiana de la población, se convierte en espacio estratégico de la nueva realidad política. En segundo lugar, porque esos cambios familiares pueden servir como símbolo del propio cambio político. Los cambios en la legislación familiar pueden desempeñar un importante papel en la estrategia simbólica de ruptura con el pasado. En tercer lugar, el sistema familiar es también el espacio privilegiado para fomentar el cambio social Es la familia el primer núcleo de transmisión de valores sociales y, por tanto, la futura estabilidad de la nueva situación política estaría vinculada a la modificación de los contenidos transmitidos por ella.

CAMBIOS RECIENTES DE LA FAMILIA.

El reconocimiento del pluralismo.Toda la sociedad se ha visto implicada en procesos de transformación que el cambio político ha posibilitado o acelerado, pero que no han quedado circunscritos a la esfera del sistema político. De la dictadura y el autoritarismo priista a la “nueva democracia” y la inserción de nuestro contexto para con los temas sociales contemporáneos, a saber; sociedades de convivencia, aborto, eutanasia, etc. El sistema familiar ha sido uno de los implicados en el proceso de cambio. La transición política ha significado el paso de un modelo tradicional de familia con numerosas protecciones legales, a una situación en que la familia aparece, como carente de límites. Desde las uniones de hecho a los llamados matrimonios de homosexuales, cualquier reivindicación es posible dentro de los esquemas de la familia.Este giro tan radical se inicia más tardíamente que en otros países. El ritmo rápido de cambio afecta a la inserción del sistema familiar en el propio sistema familiar en el propio sistema social, que se efectúa de manera diferente cuando las transformaciones se producen aceleradamente.
Pero si hay un rasgo que pueda resumir muchos de los cambios y, sobre todo, de las imágenes sociales de la familia en la sociedad. Se ha pasado de una configuración monolítica de la familia, a otra pluralista en la que las distintas modalidades de articular la vida familiar -cohabitación o matrimonio; hijos dentro o fuera del matrimonio- reciben semejante cobertura legal.Así se fue eliminando sucesivamente la prohibición de difusión de anticonceptivos, el delito de adulterio, la prohibición de divorcio, la discriminación entre hijos nacidos dentro y fuera del matrimonio, la desigualdad jurídica entre los esposos, etc. Con sucesivos cambios el sistema familiar ha quedado regulado de forma análoga a la de otros países.Cabe, por último, plantear si los cambios han sido sólo legales o también reales, es decir, con incidencia efectiva en los comportamientos de la sociedad. No siempre estos dos aspectos vienen unidos. Hay muchos datos que avalan que el reconocimiento del pluralismo ha suprimido la marginación e, incluso, la persecución contra comportamientos antes no admitidos. Igualmente ha favorecido la modernización en las estructuras internas de las relaciones de pareja e intergeneracionales. Sin embargo, la continuidad cultural de los rasgos básicos del sistema familiar parece poco alterada. Los estudios sobre la juventud son, tal vez, su mejor prueba al evidenciar que las orientaciones familistas de los jóvenes se mantienen arraigadas.Contexto de los cambios familiares Otro aspecto que conviene tener en cuenta es que todos estos cambios en la familia, además de la rapidez, se han producido en un contexto bien distinto, como ha sido la incorporación masiva de la mujer al trabajo extradoméstico. Más que el incremento de la tasa de participación de la mujer en trabajo extradoméstico hay que destacar que esa incorporación se ha producido con un mayor nivel de estudios y formación. En el pasado, la mujer accedía a puestos con baja retribución y con finalidad de obtener ingresos. Hoy, por el contrario, el trabajo constituye un componente esencial de su propia identidad. La creciente incorporación de la mujer al trabajo extradoméstico tiene profundos efectos en el sistema familiar. Favorece la consolidación real del equilibrio de poderes y en la división de tareas dentro del hogar. Convierte en una opción real tanto la formación, como la finalización de una relación de pareja por vía de separación o divorcio. El escenario total de la relación familiar se altera por completo con el acceso de la mujer al trabajo. En sí mismo pues se trata de uno de los cambios más radicales que afectan a los protagonistas de la vida familiar y a la totalidad de su vida cotidiana. Y hay que decir que esta creciente incorporación al trabajo no ha generado tasas elevadas de divorcio en general.Otro elemento de ese nuevo contexto la constituye el movimiento feminista, contestando las estructuras patriarcales de la familia y, con sus críticas, promoviendo cambios tanto en la legislación como en las costumbres sociales. Éste es un fenómeno nuevo en la sociedad donde nunca ha resultado accesible (por la censura, entre otros motivos) esa perspectiva crítica frente a la familia, tal vez con la excepción de algunos momentos. Pero, aunque el objetivo manifiesto de algunos sectores de dicho movimiento sea impugnar la familia como tal, sin duda las consecuencias reales están siendo impulsar el equilibrio general de distribución de tareas y atribuciones en las parejas y familias según sexo y, en menor medida, edad; y, por consiguiente, sus efectos parecen conducir al fortalecimiento real de la pareja y de la familia.Conviene también resaltar los efectos de la transición política en los cambios en la situación de la familia. Los cambios en la regulación legal de la familia se han producido de manera escalonada, en múltiples cambios. Ésta sucesión de modificaciones -en lugar de haber emprendido la realización de un Código de familia- ha favorecido una percepción de permanente actualidad de la familia como cambio; y favorece la creación de una imagen de la familia como cuestión abierta, problemática.Hay que añadir que se han utilizado los cambios familiares como símbolos de los cambios sociales de la transición. La modernización legislativa del sistema familiar se exhibía como símbolo de radicalidad de un cambio que no se producía, pero se presentaba como real. Nótese en nuestro país el abanderamiento que grupos de izquierda tales como el PRD con Marcelo en el DF, promoviendo el matrimonio gay, la ley a favor de la “interrupción del embarazo” o Patricia Mercado, en las pasadas elecciones federales, ondeando la bandera de la mujer, y que irónicamente las mujeres fueron las que menos votaron por ella, acaso hay un auto-sabotaje inconsciente, recuerden que fue ella también la que hablo, en un momento dado, de legalizar el uso de la mota. Ya ni hablamos del Peje y sus viejejitos que buscaban transmitir esa imagen integradora de la familia y de no-exclusión a los “adultos mayores”. Algunos cambios significativos En la nupcialidad se ha producido un descenso muy importante desde 1975[1]. Entre los factores más influyentes en este descenso se encuentran los económico-laborales. Se debe, sobre todo, a las elevadas tasas de desempleo y precariedad laboral entre los jóvenes, las dificultades de asumir las obligaciones a largo plazo que comporta, por lo menos en su inicio, el matrimonio. Naturalmente, la cohabitación y el rechazo deliberado al matrimonio también se produce con mayor frecuencia que hace unas décadas, pero todo parece indicar que sus efectos en la magnitud del descenso en la nupcialidad son menores, hasta ahora que las causas impuestas de tipo económico. Perciban esto en el contexto de la presión social actual, ya no hay tanta bronca si tienes 24, 25 años y no te has casado, por que recién estas acabando tu carrera y empiezas a trabajar, etc, en otros momentos apenas 16 años y órale a buscarse una relación, tanto hombres como mujeres. Respecto a las formas de matrimonio se constata que sigue prevaleciendo, sobre todo, la religiosa. Se trata además de la forma que recoge las preferencias mayoritarias del conjunto de la sociedad. Ningún país ha logrado dotar al matrimonio civil de las solemnidades rituales propias de un ritmo de paso al que la población concede trascendencia.El número de personas solteras también ha aumentado, sobre todo por el retraso general de la nupcialidad. El incremento de la soltería es muy rápido en tan solo la década de los ochenta al noventa. La percepción social de la persona soltera ha cambiado en la sociedad. El matrimonio es ya una opción personal y no una necesidad para el desenvolvimiento de la vida cotidiana. La tecnología moderna, los alimentos prefabricados y la autonomía salarial favorecen también esta opción personal para varones y mujeres.
Se ha producido un retraso en la edad media de entrada al matrimonio. En los países occidentales a lo largo de este siglo ha habido un descenso constante de la edad media de entrada al primer matrimonio hasta la década de los setenta, en que al aumentar la cohabitación finaliza esta tendencia.
Cabe destacar la prolongación de la estancia de los hijos en el domicilio familiar. El período juvenil, caracterizado, entre otras cosas, por la dependencia económica y residencial de los jóvenes con respecto a su familia de origen, es en la actualidad muy prolongada en el tiempo y está incluso cada vez aumentando más. Es un rasgo singular de la sociedad, la tardía emancipación de los hijos del hogar familiar. Los jóvenes[2] retrasan su emancipación como consecuencia de sus dificultades de inserción laboral, en un contexto de ausencia de sus dificultades de inserción laboral, en un contexto de ausencia de medida de ayudas sociales significativas. Las encuestas de juventud evidencian una independización muy tardía de nuestros jóvenes del hogar de sus progenitores: sólo a partir de los veintisiete años (veintiséis en el caso de las mujeres) son mayoría los jóvenes que se han emancipado.Tenemos el mínimo histórico de natalidad. De haber estado en un promedio en los 70´s de alrededor de 8 hijos, en la actualidad estamos en aproximadamente 2.4 hijos, aquel paradigma de que “La familia pequeña vive mejor”[3] a agotado las antiguas familias prolíficas y abundantes.
Pero también las dificultades de compartir hijos-trabajo-pareja son apreciables. Todavía en nuestra sociedad las ayudas familiares son importantes para hacer compatibles los hijos y el trabajo extradoméstico de la mujer. Pero debe quedar claro que el trabajo de la mujer no es la causa del descenso de la natalidad. Lo evidencian los países nórdicos. Es donde más elevadas son las tasas de incorporación de las mujeres a la población activa y, también, donde más elevadas son las tasas de natalidad en Europa.El divorcio es el indicador más empleado para el examen de la desorganización familiar. Significa la disolución del matrimonio subsistiendo determinados efectos civiles para los hijos y, en su caso, económicos entre los cónyuges.

NUEVAS FORMAS DE ORGANIZACIÓN FAMILIAR

Junto al patrón de la familia nuclear se han desarrollado algunas formas de organización familiar que ya existían en tiempos pasados pero que ahora han cobrado relevancia, como son las llamadas familias monoparentales, los hogares de personas solas y las uniones de hecho o cohabitación. Respecto a las familias monoparentales cambia lentamente la procedencia, por incrementarse el divorcio como fuente de monoparentalidad. Este tipo de familias viene rodeado de una serie de problemas sociales, como es la feminización de la pobreza, ya que el 80 por 100 de estos hogares está constituido por mujeres con escasos recursos. También presentan problemas en estos hogares el tema de la socialización de los hijos; el papel del padre está poco regularizado, sobre todo el de los padres divorciados.Otro dato es el número de hogares de personas solas. En su mayor parte, consecuencia del envejecimiento, sobre todo en zonas rurales, y del incremento de población adulta soltera. Se trata de uno de los sectores en más rápida expansión y que genera, al llegar a la vejez, no pocos problemas sanitarios, de atención y de soledad, mal que la sociedad moderna tiene escasos recursos para hacerle frente.[4]

FAMILIA Y POLÍTICA SOCIAL

Política social se entiende como el conjunto de medidas o instrumentos de política pública más o menos articulados, destinados a facilitar y a apoyar las funciones sociales que desempeñan las familias. La política familiar no es una política con contenidos económicos necesariamente, ni de fomento de la natalidad.
Desde la llegada de la democracia el objeto de las políticas públicas se ha desplazado hacia las condiciones sociales de los individuos. La familia deja de concebirse como un objeto de protección social específico, como una realidad diferente de las personas que la componen con unas funciones básicas, cuya importancia social requiere un reconocimiento público.

CONCLUSIONES

A pesar de todos estos cambios y de la carencia de una política social, la familia en la sociedad goza de buena salud y sigue siendo un escenario de solidaridades. Y, como tal, un instrumento extraordinariamente importante para la cohesión social. La familia es la que presta ayuda en caso de enfermedad, es la que se ocupa de la crianza de los hijos, del cuidado de los ancianos, la que se sustenta en las situaciones de paro prolongado y la que carga con las consecuencias en los casos de drogas y enfermedades graves como los casos del SIDA, y en gran medida la que asume tareas domésticas en los hogares de sus descendientes donde la mujer se ha incorporado al trabajo extradoméstico. Con todo, la familia ha hecho gala, en un contexto tan cambiante de una extraordinaria capacidad de adaptación. La familia sigue siendo la institución más valorada. Cabria señalar y encarar cuales son los efectos que tiene la familia frente a esta nueva sociedad multimedia y de medios masivos de comunicación, cada vez mas sofisticados. No abra que perder de vista los intereses políticos y económicos así como la explotación de una imagen estereotipada y, las más de las veces, inexistente. Hacia donde se dirige la familia en los albores del siglo XXI, he allí las nuevas intrigas.
[1] Este dato es de las estadísticas y la situación española, sin embargo podemos endosarnos casi simétricamente.
[2] Estamos hablando, obviamente, de la juventud citadina e incluso dentro de la clase media-baja en adelante, pues los grupos de pobreza y extrema pobreza contradicen esta constante.
[3] Este es un slogan priista usado a partir del sexenio de Salinas en nuestro país, aunque su antecédete ideológico es difícil de rastrear.
[4] Para este tipo de temática puede consultarse la pagina: www.elhijodelosdioses.blogspot.com con el ensayo: “Nos estamos haciendo viejos” del autor y episteodólogo Mtro Carlos Nery

Monday, July 14, 2008

PANTA RHEI

RETRATO DE UN REMOTO PASADO

WAR

RHEA

DREAM MAKER

ALEXANDRA

AGORA

ARRIVAL

APEIRON

MOTHERHOOD

LIGTH

AVADON

VENUS

HELIOS

ORACULO

LIGTH OF REASON

PSICHE

LABERINTO

BLUE MOON

ARCADIA

NOUMENO

SPHINX

TIRESIAS

BAUDELAIRE

HEIDEGGER

JOCASTAS YOUTH

ORACULO DE DELPHOS

QUIMERA

EGALITE

SOCRATES

I WIIL BE GOOD